lunes, 11 de febrero de 2013

La vitamina D está de moda y está asociada con varias enfermedades crónicas


La llamada vitamina D es en realidad una de las hormonas más potentes del cuerpo humano. Se produce en la piel a partir del colesterol, por la acción de los rayos ultravioleta del sol. El color de la piel, la cantidad y tiempo de exposición al sol afectan su producción. Las personas que sufren de sobrepeso u obesidad,  tienen piel oscura, son mayores de 60 años, toman ciertos medicamentos (corticoides, fenobarbital, fenitoina, orlistast y colestiramina) o tienen incapacidad para exponerse al sol directamente por lo menos 15 minutos al día, están en mayor riesgo de tener déficit de esta vitamina.

Además de los efectos benéficos ya conocidos en el hueso y metabolismo del calcio, recientemente el déficit de vitamina D se ha asociado a disminución de la masa muscular (sarcopenia), caídas, fracturas de cadera, incremento de riesgo de cáncer (en especial de colon), hipertensión arterial, aumento del azúcar en la sangre, alteración en el sistema inmune (artritis reumatoide, infección por influenza), depresión y demencia. Por otro lado, en ciertas concentraciones se le ha asociado con un efecto protector para enfermedades cardiovasculares.

La forma más recomendable para el diagnóstico de deficiencia de vitamina D a través del análisis de sangre de 25-hidroxicolecalciferol. Las cifras normales son de 35 a 50 ng/ml, se consideran concentraciones óptimas para proteger del cáncer y cardiopatías de 50 a 70 ng/ml y a partir de 88 ng/ml pueden aparecer efectos adversos o toxicidad.

Algunos alimentos son fuentes de vitamina D. Estos incluyen la leche materna, el hígado de res, el aceite de hígado de bacalao, el salmón, las sardinas, el atún, la caballa y la yema de huevo, y aquellos que han sido fortificados con vitamina D leche, cereales y jugo de naranja. Actualmente la forma de vitamina D más recomendada para reponer es la vitamina D3 (colecalciferol) porque tiene similitud química con la forma de vitamina D producida por el cuerpo y es más efectiva que la D2 para incrementar la concentración sanguínea de vitamina D según las últimas investigaciones.

En líneas generales, después de 2 a 3 meses de tomar 2000 UI de vitamina D3 como suplemento, se incrementan los niveles de vitamina D en la sangre en 20 ng/ml. Luego de alcanzar los niveles deseados, la mayoría de personas pueden usar 800 a 1000 UI de vitamina D3 por día como dosis de mantenimiento. Recuerde que toda suplementación debe hacerse bajo supervisión de su médico para evitar la toxicidad.

Escrito por:
Dr. José Francisco Parodi
Dra. Rocío Morante

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