El colesterol y los triglicéridos, conocidos como lípidos,
son sustancias grasas normalmente producidas por el cuerpo. La dislipidemia
implica un nivel demasiado alto o bajo de lípidos en el flujo sanguíneo.
Los tipos más comunes de dislipidemia son:
- Alto nivel de lipoproteína de baja densidad (LBD o colesterol “malo” o LDL por sus siglas en inglés)
- Bajo nivel de lipoproteína de alta densidad (LAD o colesterol “bueno” o HDL por sus siglas en inglés)
- Alto nivel de triglicéridos
La dislipidemia contribuye a la aterosclerosis, enfermedad
en la que depósitos grasos llamados placa se acumulan en las arterias con el
tiempo. Las arterias son los vasos sanguíneos que llevan la sangre del corazón
al resto del cuerpo. Si la placa causa el angostamiento de las arterias, es más
probable que padezca enfermedades del corazón o la enfermedad arterial
periférica (menor flujo sanguíneo en las extremidades, por lo general, las
piernas), o que tenga un ataque al corazón o derrame cerebral.
La dislipidemia en los adultos mayores, juega un papel
fundamental en la progresión de la enfermedad coronaria y es un predictor importante
de eventos isquémicos en adultos mayores. Se observan con mayor frecuencia en
mujeres que en varones.
El tratamiento es no farmacológico y farmacológico. La
intervención no farmacológica propone un régimen dietético supervisado y
ejercicio físico adaptado a las condiciones del paciente. La intervención
farmacológica indica el uso de drogas hipolipemiantes, tomando en consideración
la situación particular, expectativas razonables y calidad de vida de cada
paciente.
Escrito por:
Dr. José Francisco Parodi García
Médico Geriatra
Director Médico de Bamboo Senior Health Services
Dra. Rocío Morante Osores
Médico General
Blogger
de Bamboo Senior Health Services
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