miércoles, 20 de marzo de 2013

¿Qué sabes de los cálculos o piedras en la vesícula biliar?


¿Qué es la litiasis biliar o colelitiasis?
La litiasis biliar es una enfermedad del aparato digestivo bastante frecuente, caracterizada por la formación de cálculos en la vesícula biliar. Los cálculos biliares pueden ser de pigmentos (bilirrubina) o de colesterol, que son los más frecuentes. Se habla de “barro” biliar cuando se trata del acumulo de pequeños cálculos de menos de 2 mm de diámetro.
¿Por qué se forman los cálculos?
Los cálculos biliares de colesterol se forman por cambios en el metabolismo de los ácidos biliares y del colesterol, mientras que los pigmentarios por alteraciones del metabolismo de la bilirrubina.  Existen una serie de factores claramente asociados a un mayor riesgo de producción de cálculos biliares, como son:
  • Cálculos de colesterol: son más frecuentes en personas mayores de  40 años, en mujeres, se relaciona directamente con el número de embarazos, en personas obesas o que padecen algunas enfermedades digestivas (cirrosis, infección de vías biliares, enfermedad de Crohn), o en diabetes. También se asocia a tratamientos médicos, como los tratamientos con anticonceptivos orales u otros tratamientos hormonales.
  • Cálculos pigmentarios: generalmente asociados a enfermedades hemolíticas (en las que los glóbulos rojos de la sangre se destruyen con mayor velocidad de lo normal), cirrosis e infecciones biliares, o infección por parásitos de las vías biliares.
¿Qué síntomas produce?
Hasta el 60% de los pacientes pueden no tener síntomas. En los sintomáticos, el cólico localizado en el abdomen superior es la manifestación clínica más habitual, pudiendo acompañarse o no de náuseas y vómitos. Los síntomas como el malestar tras la ingesta, digestiones lentas y distensión abdominal, suelen ser menos frecuentes.
La colecistitis aguda (inflamación de la vesícula) se caracteriza por dolor en hipocondrio derecho (debajo de las costillas en el lado derecho del abdomen) persistente (más de 6 horas), que no cede a tratamiento con analgésicos ni antiespasmódicos, siendo muy característico el dolor en la exploración abdominal. Puede acompañarse de náuseas, vómitos e inquietud. En ocasiones la vesícula inflamada se puede infectar  apareciendo fiebre, malestar general e ictericia (pigmentación amarilla de la piel).
¿Cómo se diagnostica?
La ecografía abdominal es la prueba no invasiva de elección ante la sospecha de cálculos. La colangiopancreatografia retrógrada puede ser necesaria si se sospecha la presencia de los cálculos en el conducto colédoco (conducto que va desde la vesícula biliar al tubo digestivo). Cabe señalar que la mayoría de pacientes con cálculos no tienen síntomas ni alteraciones en los análisis de sangre.
¿Qué puede pasar si no se trata?
Una vesícula con cálculos puede inflamarse (colecistitis aguda) y esto a su vez producir: peritonitis, infección de las vías biliares, la perforación de la vesícula, la formación de abscesos y fístulas, infección generalizada (septicemia), entre otras.
En los pacientes muy mayores y frágiles, la colecistitis aguda puede presentarse sin dolor abdominal y manifestarse por confusión mental, delirio, pérdida del apetito e incluso caídas.
Otra complicación es la coledocolitiasis: Ocurre cuando los cálculos migran desde la vesícula al conducto colédoco, que es el conducto que transporta la bilis del hígado hacia el intestino. Esto produce una obstrucción en el drenaje de la bilis pudiendo producir una infección dentro de la vía biliar llamada colangitis aguda, cuadro que de no ser tratado a tiempo puede llevar a la muerte.
La pancreatitis aguda puede ocurrir hasta en el 5% de todos los pacientes, como complicación de tener cálculos en la vesícula.
La litiasis de la vesícula es el más importante factor de riesgo del cáncer de la vesícula.
La existencia de complicaciones suele exigir la extirpación de la vesícula mediante intervención quirúrgica abierta.
¿Cómo se trata?
El tratamiento de elección de la colelitiasis sintomática (cólico biliar, colecistitis, etc.) es la colecistectomía (extirpación de la vesícula biliar), además del tratamiento médico del dolor y de la inflamación. Es preferible intervenir con cirugía laparoscópica en los primeros días de la fase aguda del cólico o de la colecistitis.
El tratamiento no quirúrgico, con tratamiento médico de ácidos biliares orales que facilitan la disolución de los cálculos puede ser una alternativa en pacientes en los que el riesgo de una intervención quirúrgica no recomienda su realización.
La litotricia (procedimiento médico que utiliza ondas de choque para romper cálculos), es útil en algunos casos pero no se puede usar en pacientes con antecedentes de pancreatitis, con quistes o aneurismas hepáticos, entre otros.
Escrito por:
Dr. Daniel Nugent Seminario
Cirugía General y laparoscópica
Correo electrónico: dnsem@hotmail.com
Teléfono: 987 – 758464

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