martes, 9 de abril de 2013

Otras vacunas en las personas mayores


El sarampión, las paperas y la rubeola fueron en una época enfermedades muy comunes en  los Estados Unidos, pero se han convertido en raras debido al uso de las vacunas para prevenirlas. Al igual que muchas otras enfermedades, el sarampión, las paperas y la rubeola son en general más graves en los adultos que en los niños. La mayoría de los adultos son inmunes a las tres infecciones porque las tuvieron (o fueron vacunados contra ellas) cuando eran niños.
Todas las personas nacidas en 1957 o después de ese año deben haber recibido al menos una dosis de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola—también conocida como vacuna triple viral o triple vírica, o MMR por su sigla en inglés—en algún momento después de su primer cumpleaños. Algunos adultos—como los profesionales de la salud y personas que viajan fuera de los Estados Unidos—pueden necesitar una segunda dosis. Las personas nacidas antes de 1957 pueden vacunarse si creen que nunca han tenido una de estas enfermedades. Recibir la vacuna no ocasiona ningún daño si usted ya es inmune a la infección.
Viaje
Mantener un registro de las vacunas

Si usted está planeando viajar al extranjero, consulte a su doctor acerca de las vacunas que usted necesita para ir a ese país. A veces se necesita una serie de vacunas, de manera que es mejor recibirlas mucho antes de su viaje.
Es útil mantener un registro de inmunización personal con los tipos y fechas de las vacunas que usted ha recibido, así como cualquier efecto colateral o problemas que haya tenido. El registro médico en el consultorio de su doctor también debe mantenerse actualizado.
El uso generalizado de las vacunas puede reducir el riesgo de contraer varias enfermedades contagiosas que afectan seriamente a las personas mayores. Usted puede protegerse contra estas enfermedades al incluir vacunaciones como parte de su atención regular de salud.
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