El sarampión, las paperas y
la rubeola fueron en una época enfermedades muy comunes en los Estados Unidos,
pero se han convertido en raras debido al uso de las vacunas para prevenirlas.
Al igual que muchas otras enfermedades, el sarampión, las paperas y la rubeola
son en general más graves en los adultos que en los niños. La mayoría de los
adultos son inmunes a las tres infecciones porque las tuvieron (o fueron
vacunados contra ellas) cuando eran niños.
Todas
las personas nacidas en 1957 o después de ese año deben haber recibido al menos
una dosis de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola—también
conocida como vacuna triple viral o triple vírica, o MMR por su sigla en
inglés—en algún momento después de su primer cumpleaños. Algunos adultos—como
los profesionales de la salud y personas que viajan fuera de los Estados
Unidos—pueden necesitar una segunda dosis. Las personas nacidas antes de 1957
pueden vacunarse si creen que nunca han tenido una de estas enfermedades.
Recibir la vacuna no ocasiona ningún daño si usted ya es inmune a la infección.
ViajeMantener un registro de las vacunas
Si
usted está planeando viajar al extranjero, consulte a su doctor acerca de las
vacunas que usted necesita para ir a ese país. A veces se necesita una serie de
vacunas, de manera que es mejor recibirlas mucho antes de su viaje.
Es
útil mantener un registro de inmunización personal con los tipos y fechas de
las vacunas que usted ha recibido, así como cualquier efecto colateral o
problemas que haya tenido. El registro médico en el consultorio de su doctor
también debe mantenerse actualizado.
El
uso generalizado de las vacunas puede reducir el riesgo de contraer varias
enfermedades contagiosas que afectan seriamente a las personas mayores. Usted
puede protegerse contra estas enfermedades al incluir vacunaciones como parte
de su atención regular de salud.
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