El proceso de envejecimiento produce cambios en nuestra condición
física. Como ejemplos de algunas
modificaciones a nivel de nuestro organismo con el paso de los años, nuestra
capacidad respiratoria disminuye, nuestras articulaciones se ponen un poco más
rígidas, perdemos masa muscular y ósea y ganamos un poco de tejido graso. Además,
en las población adulta mayor existe una marcada tendencia al sedentarismo, lo
que empeora nuestra salud. La vida es movimiento. Los
malos hábitos alimenticios, tambien se suman a estos efectos aumentando la
epidemia de obesidad actual.
Los beneficios de la actividad física y el ejercicio estan
claramente demostrados en miles de estudios. Se
han reportado mejoría en control de peso, en manejo de enfermedades crónicas
como diabetes e hipertensión, disminuye el riesgo cardiovascular, mejora el
dolor y la movilidad articular, previene las caídas, incluso esta documentado
disminución en deterioro cognitivo sobretodo de origen vascular. Además se
traduce en aumento de autoestima, reducción de depresión y mayor socialización
cuando se practica en grupos.
Cualquier persona a cualquier edad obtendrá importantes beneficios
de la actividad física y el ejercicio. Por lo tanto, es una recomendación
universal.
Sin
embargo, aunque nunca es tarde para empezar, se debe ser cauteloso en el inicio
de un programa de ejercicio. Específicamente para las personas adultas mayores,
existen una serie de factores a considerar para una prescripción segura de la
actividad física. Si se realiza una revisión de las lesiones producidas por
ejercicio en este grupo poblacional, se observa que ocurren daños
principalmente a nivel osteomuscular, y usualmente no se tomaron medidas
preventivas.
Ningún adulto mayor es igual a otro, por lo tanto las
recomendaciones de ejercicio deben ser individualizadas. Dentro
de los aspectos a considerar para la realización de ejercicio debe valorarse
las enfermedades crónicas, el hábito previo de actividad física, la capacidad
funcional, y la motivación personal.
Por lo
general, se recomienda que los adultos mayores activos, sin padecimientos importantes
asociados como hipertensión, diabetes, asma, epilepsia, etc., pueden
incorporarse a programas de ejercicio sin ninguna revisión previa. Sin embargo,
debido al riesgo de lesiones musculares se sugiere prudencia al realizar el
deporte seleccionado. Deben de iniciar las sesiones de ejercicio despacio y con
intensidades mínimas, para valorar su tolerancia. Dependiendo de su desempeño,
se puede incrementar la frecuencia y la intensidad de las sesiones, siempre
bajo la guía del entrenedor o supervisor de la actividad. Debemos insistir en
seguir los lineamientos establecidos para cualquier deporte o rutina, en lo que
respecta al uso de equipo de protección como cascos, rodilleras, anteojos, etc.
Y recordar que ante cualquier molestia que se presente, consulte a su médico de
cabecera, para un examen, y determinar ajustes necesarios.
Para
las personas portadoras de enfermedades crónicas como las descritas, o personas
sedentarias que nunca han realizado ningún tipo de actividad física, y desean
iniciar; es necesario que se sometan a una revisión médica para establecer las
limitaciones y las indicaciones de ejercicio adecuadas a su condición física.
Incluso aquellos individuos que se encuentran muy comprometidos en
el aspecto médico, deben practicar ejercicio con el fin de mantener al máximo
sus capacidades remanentes. Por lo tanto ninguna persona por edad o por
enfermedad se excluye de realizar actividad física. Existen
programas especializados a nivel de diferentes centros de salud y que ofrecen
alternativas para pacientes con problemas especificos a nivel cardiopulmonar u
osteomuscular. Además la oferta de opciones es tan amplia como las necesidades
de la población (Caminata, trote, bicicleta, ping-pong, Tai chi, baile, pesas,
aeróbicos, etc). Para los adultos mayores con problemas de sobrepeso o
articulares los ejercicios en piscina, superan las barreras de sus
inconvenientes. Lo importante es tener una
actitud positiva, una disciplina de constancia, y decidirse a empezar a
trabajar por su salud desde hoy.
Sitios recomendados de consulta:
3. ICAA Common questions and answers about exercise
Web site
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