martes, 2 de julio de 2013

Hijo

Prueba irrefutable de mi eternidad,
hijo, eres mi sueño, mi llaga, mi flor;
ínsito a mi alma en gozo o dolor,
teorema hermoso de toda verdad.

Yo sueño tu sueño, vivo tu ansiedad,
con tus ojos veo el mundo en color,
si rasga tu entraña cualquier sinsabor
lo siento más triste que mi soledad.

Cuando, fatalmente, cese mi canción
y sea ceniza mi vital empeño,
ese polvo inerme tendrá la ilusión

de vivir por siempre el hermoso sueño
que en hijos y nietos es resurrección
y hace grande, eterno, aun lo más pequeño.

Escrito por:
Zoé Salin C.
"De Cal y de Arena"


No hay comentarios:

Publicar un comentario