
Las cintas se aplican en zonas muy concretas. Este tipo de vendaje terapéutico simula las características de la piel humana en cuanto a su elasticidad, peso y grosor. Se utiliza ante lesiones deportivas y también para muchos dolores cotidianos (dolores de espalda, tendinitis, dolores articulares, drenajes, tratamiento de cicatrices, etc.). Actúan como una especie de segunda piel para permite disminuir las tensiones en las zonas afectadas. En sí, favorecen la recuperación y activan la circulación linfática. Por ello, se recomiendan en la fase aguda de la rehabilitación de una lesión.
Los beneficios potenciales son:
- Disminución del dolor e inflamación.
- Optimiza la circulación linfática y venosa.
- Soporte a los músculos débiles.
- Tonifica o relaja la musculatura.
- Corrige alteraciones en la alineación articular.
No tiene efectos secundarios, no molesta, incluso tiene apariencia estética y “está de moda”.
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